El Comité Intercentros ha cambiado de signo. CCOO se ha hecho con la presidencia tras presentar una moción y con los votos a favor de CGT, el no de UGT y de SPA y nuestra abstención. Lo hemos hecho así porque entendemos que la gestión de UGT, ya lo hemos dicho un boletín tras otro, ha sido pésima. Entendemos que lo último que les ha interesado han sido los trabajadores y solo ha mirado por sus intereses. Solo hay que ver su interés por apuntarse el tanto de recuperar las plazas para la estabilización cuando la guerra era de todos y, por tanto, el triunfo también. Les ha faltado grandeza. Ahora podrán explicar que estaban haciendo gestiones, que les pedían discreción, etc. pero la verdad es que, en este caso concreto, intentaban apuntarse el tanto. Si tan claro tenían, como dicen, que se iban a recuperar las plazas ¿por qué no dijeron nada? ¿por qué nos dejaron convocar una huelga que podría haberse evitado? Se les cae el argumento. Las plazas se lograron por la amenaza de huelga. Les guste más o les guste menos.
Pero no es lo único. Hay gestiones que se han aprobado en el comité intercentros y que duermen el sueño de los justos por pura dejación de funciones. Sabemos, porque lo ha contado el propio expresidente, que se dedica a recorrer despachos suscribiendo acuerdos en nombre del Comité cuando no tenían mayoría, cuando necesitaban más votos que los suyos propios. ¿Esto es lealtad? No. No lo es. Como tampoco lo es alimentar bulos que confunden a los trabajadores. Hay que ser transparentes y sinceros.
Ni siquiera cuando les ha interesado a ellos han estado ahí. Por ejemplo cuando, en Jaén, CCOO llevó al juzgado la adjudicación a la Agrupación de un delegado, después de que el suyo se trasladara a Almería. En el transcurso de las gestiones, el delegado de la Agrupación se jubila y tiene que dejar paso al siguiente, de UGT. No se dignaron a aparecer por el juzgado. La Agrupación ha sido la que le ha tenido que sacar las castañas del fuego.
En este tiempo, UGT ha ido por libre sin acabar de entender que, aunque contaba con el apoyo de la Agrupación, ese apoyo no era para siempre y sin condiciones. Porque las cosas no funcionan así. Porque no nos han votado para ser el bastón de nadie y servir de respaldo sin cuestionar nada más, sino para responsabilizarnos también de lo que se hace.
Eso es lo que no parecen entender muchos. Ni UGT ni la dirección de Canal Sur. Nuestro lema es «Somos independientes». Y lo somos. Actuamos conforme a lo que entendemos que debemos hacer en cada momento. Sin casarnos con unos o con otros.
En esta ocasión, nuestra asamblea optó por la abstención, porque tampoco hemos sido nunca muy cercanos a CCOO aunque hayamos podido coincidir en alguna ocasión y podamos seguir haciéndolo. Nuestra experiencia nos dice que hay que seguirlos de cerca. Y, como dijimos en el Comité, nuestra abstención no es un cheque en blanco. Seguiremos exigiendo y controlando. Esperamos en esta nueva etapa, por lo menos, más agilidad en la resolución de asuntos. Y en ese camino coincidiremos hoy con unos, mañana con otros. Porque no somos ellos. Somos la Agrupación de Trabajadores.