INFORMATIVOS, CAPAZ DE LO PEOR Y DE LO MEJOR

Los servicios informativos de la tele han sido en la misma semana capaces de hacer un producto de tanta calidad y altura periodista como el especial de los 25 años de la rotura de la balsa de Aznalcóllar y de avergonzarnos a todos los trabajadores como ese supuesto trabajo de investigación sobre lo que el Gobierno andaluz dicen que son bulos sobre Doñana.

Vamos a lo mejor. El especial de Aznalcóllar ha sido un ejemplo de lo que debe hacer una televisión pública: un espacio informativo trabajado, preparado, con entrevistas hechas in situ, imágenes históricas… todo aliñado con una realidad virtual, esta vez sí, que resaltaba el trabajo y situaba al espectador en lo ocurrido una noche de hace 25 años.

Al trabajo no se le puede poner ni un pero. Al contrario. Desde la Agrupación de Trabajadores felicitamos a los compañeros por el trabajo realizado que señala el camino a seguir. Enhorabuena.

Una pena que ese excelente trabajo se haya visto empañado por uno de los peores episodios de manipulación que hayamos visto en esta etapa en los servicios informativos. Ese infame desmentido de bulos, o lo que el Gobierno andaluz considera bulos, por parte de un supuesto equipo de Fake News. Los trabajadores no damos crédito a la utilización de los servicios informativos para amplificar las posturas del Gobierno andaluz. Esta vez, se ha echado mano de un equipo de investigación de fake news, del que poco sabemos. Más allá de que son los mismos que constituyen esa redacción paralela que denunciamos en el último boletín. Los trabajadores de los contratos de primera experiencia comandados por personas de la redacción que les dicen cómo y cuándo contar las cosas, según lo que la dirección de informativos les transmite, haciendo de hilo conductor de San Telmo.

De ahí ha salido un desmentido de bulos que no es ni desmentido, ni nada, sino una repetición del argumentario del Gobierno andaluz, sin más fuentes, sin más autoría, sin más datos. Esto no puede salirle gratis a la dirección de informativos ni al director general que deben explicar quién es el responsable de este acto de propaganda, porque no se le puede poner otro nombre. La deriva de nuestros servicios informativos se acelera al ritmo que se acercan las elecciones. A Moreno se le amarga la sonrisa con Doñana y la Sanidad y usa Canal Sur para intentar paliar su descrédito. Y nosotros nos dejamos. Hasta la cocina.