La organización en esta bendita casa nunca ha sido el fuerte de nuestros jefes y, a poco que cambia la rutina con la llegada de días festivos, queda especialmente demostrado.
Lo primero es todo un CLASICAZO. La RTVA son los reinos de Taifas. La radio va por su lado y la Televisión por el suyo. En el puente festivo de la Constitución y la Inmaculada todo ha quedado de nuevo patente. La televisión corta sus informativos pero la radio va a FULL con todo. Esto hace que (especialmente en las delegaciones) poco o nada se pueda aprovechar para coger días de descanso. ¿Tanto trabajo cuesta que hablen los jefes de la radio y la tele para llevar una línea común?… se ve que es una cosa MUY COMPLICADA.
Lo segundo es el capítulo de la radio que funciona «a salto de mata», improvisando su programación, volviendo locos a trabajadores y a oyentes.
El viernes 8 de diciembre se mantienen los informativos en horario laboral normal desde la 8 de la mañana. Es decir, informativos 8:20, 10:03 y 14:45. RAI, por su parte, adopta la programación de fin de semana. Los titulares realizados de 3 minutos con hora fija para las delegaciones, son adelantados una hora con respecto a su emisión normal sin previo aviso… obligando a los trabajadores a improvisar el informativo deprisa y corriendo.
Capítulo especial es la chapuza de La jugada local que estaba previsto que se emitiera en todas las delegaciones el jueves 7 de diciembre y ¡¡EL DÍA DE ANTES!!… se decide, de nuevo «a salto de mata», quitarla de la programación. Trabajadores (que quizá ya tenían planificado su puente) se quedan sin él por la incompetencia de unos jefes que son incapaces de planificar una programación con tiempo.
Y sin olvidar el desconcierto que provoca todo esto en los oyentes y la mala imagen que muestra Canal Sur porque sus trabajadores (que sí son previsores) tenían compromisos cerrados de entrevistas con protagonistas para ese día que tuvieron que cancelar o grabaciones de eventos del puente grabadas para ese jueves que no se han podido emitir.
Desde la Agrupación de Trabajadores venimos denunciando la imprevisión con la que trabaja la dirección en algo tan sensible y que afecta tanto a la plantilla como a nuestro público. La próxima podríamos abrir un concurso tipo «A la caza del informativo perdido», con suculentos premios para quien lo encuentre. Así dinamizamos a la audiencia.